Es una forma de exfoliación realizada con sustancias químicas que provocan que la piel se regenere naturalmente. El resultado es una piel rejuvenecida. Está indicado para quitar manchas, mejorar arrugas superficiales, marcas, cicatrices y acné. El procedimiento es sencillo y en pocos minutos se logra modificar notablemente el aspecto de la piel.